Herman Melville quedó huérfano de padre a los 12 años y tuvo que ponerse a trabajar y hacerse cargo de la familia. Antes
de los 20 años, se embarcó en un mercante como aprendiz y después trabajó en diferentes barcos, sobre todo balleneros, por los Mares del Sur.
En 1844, quiso dejar atrás la vida dura y miserable de marinero, y se dedicó a escribir novelas basadas en la experiencia como marino. Con sus primeras novelas, Typee (1846) y Omoo (1947), Melville empezó a ser reconocido como un hábil escritor de novelas de aventuras.
Su obra más conocida es Moby Dick (1851), novela basada en un cachalote albino que en 1820 atacó y hundió el ballenero Essex en medio del océano Pacífico. La novela pasó casi desapercibida y truncó la carrera de Melville, puesto que no podía vivir de la literatura.
No por ello dejó de escribir (relatos breves, ensayos y poesía), y desde la década de 1840 fue un reconocido escritor. Aun así, murió prácticamente en el olvido. No fue hasta después de su muerte que Melville fue valorado como un escritor de referencia. Billy Budd es considerada ahora una obra maestra de la novela breve y Moby Dick un clásico de la literatura universal.